Todo tiene un final: los cursos, los libros, las conversaciones, la vida;
Exceptuando una cosa, el amor. Sonará quizás un poco cursi, pero sí, cuando estás enamorado parece que el amor hace del tiempo algo interminable, cuando estás enamorado eres más fuerte, quizás hasta más seguro, te sientes el más feliz del mundo. Aunque Helen Rowland dijera que, para una mujer, el primer beso es el final del principio; para un hombre, el comienzo del final, yo no lo creo así. Sin duda, el mejor estado es estar enamorado.
No sé ustedes si están o han estado enamorados o quieren estarlo, pero yo les incito a enamorarse. Ves las rosas de otro color. Estarán pensando que este hombre dice tonterías, pero ves un paisaje y es más bonito, una ilusión es más grande cuando estás enamorado y un poema sabe mucho mejor cuando estás enamorado:
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Pero luego piensas que, al final, esto no es para siempre, entonces es cuando deseas aprovechar el tiempo. ¿Sabemos aprovechar el tiempo?
Aprovechar el tiempo no es estar en la barra de un bar todos los sábados, o ir de compras al centro comercial de turno. Somos maniquíes, y nuestros deseos siempre serán determinados por la sociedad.
Pienso que es muy importante el Carpe Diem y como dijo Baudelaire<
Cada uno puede aprovechar su tiempo como le venga en gana, pero ¿hacemos lo que nosotros queremos o lo que hace todo el mundo?
La verdad es que cada uno busca su camino para la felicidad, ya sea a través de amores, salidas nocturnas o encontrarse cara a cara con la madre naturaleza o con los libros.
Pero que esa búsqueda no este influida por la sociedad sino por nuestros propios gustos y así llegaremos a conocernos y ya acabo este artículo con el filosofo Boecio.
<< ¿Por qué buscáis la felicidad, oh, mortales, fuera de vosotros mismos?>>
