Poesía y Actualidad

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sábado, 29 de noviembre de 2008

Las penas de Psamético III

Psamético III, fue el último faraón de la dinastía XXVI de Egipto, su historia según Herodoto fue que su hija fue esclavizada y no movió ningún músculo, su hijo condenado a muerte, cortándole en pedazos, sus amigos arruinados, y el fue obligado a contemplar el estado en que habían quedado por orden del rey persa Cambises II. Psamético se escandalizó cuando vio a sus amigos en aquel estado y cuando observo a sus familiares es ese estado tan horripilante ni se inmuto. Poco después tramó una rebelión contra Cambises II rey persa y persona que le produjo todos los males hasta que fue descubierto y fue forzado a beber sangre de toro hasta morir.

Después de leer este texto me entro una gran indignación en el cuerpo después de ver la rastrera actuación de Psamético después de observar la dramática situación de sus hijos, mas tarde en frío recapacite y la primera palabra que se me vino a la cabezo fue la de ORGULLO, debido a que quizás su estatus social y sus dominios nunca les harían pensar que podrían ser dominados por alguien, y tal vez sus sentimientos no les permitían observar la realidad de una manera realista sino desde una surrealista. También existe la posibilidad de que la persona sea incapaz de expresar nada y su rostro quede petrificado por el dolor, como cita Lucio Anneo Séneca, leves, las penas se expresan, grandes se callan.

Kahlil Gibran

El Amor

Pág. El Amor de {{{Reseña}}}

El Profeta


Entonces dijo Almitra: Háblanos del Amor

Y él alzó la cabeza y miró a la multitud, y un silenció cayó sobre todos,
y con fuerte voz respondió:

Cuando el amor os llame, seguidle,
aunque sus caminos sean duros y escarpados.
Y cuando sus alas os envuelvan, doblegaos a él,
aunque la espada oculta entre sus plumas pueda heriros.

Y cuando os hable, creed en él,
aunque su voz pueda desbaratar vuestros sueños así
como el viento del norte convierte al jardín en hojarasca.

Porque así como el amor os corona, os crucifica.
Así como os hace crecer, también os poda.
Así como se eleva hasta vuestras copas y acaricia
vuestras más frágiles ramas que tiemblan al sol, también
penetrará hasta vuestras raíces y las sacudirá de su arraigo a la tierra.

Como espigas de trigo,os cosecha.
Os apalea para desnudaros.
Os trilla para libraros de vuestra paja.
Os muele hasta dejaros blancos.
Os amasa hasta que seáis ágiles,

y luego os entrega a su fuego sagrado, y os transforma
en pan sagrado para el festín de Dios.

Todas estas cosas hará el amor por vosotros para que
podáis conocer los secretos de vuestro corazón, y con
este conocimiento os convirtáis en un fragmento del corazón de la Vida.

Pero si en vuestro temor sólo la paz
y las mieles del amor,
entonces más vale que cubráis vuestra desnudez y
os aparteis de la senda del amor,

Para que entréis en el mundo sin estaciones, donde
reiréis, pero no todas vuestras risas, y lloraréis,

Los 3 poderes,

Ansioso, si ansioso como el fuego por volver a devorar guernica, como bush por devorar Irán o como Mahmud Ahmadinejad por probar sus nuevas armas nucleares contra Washington, como Leonidas por matar a persas o como loco por dar una paliza a los capullos meapilas que se arrodillan ante una clínica de Londres con los brazos en cruz para protestar contra el aborto, ansioso por volver a ver los tres poderes donde se merecen.

Como sabemos el poder ejecutivo lo forma un Consejo de Ministros presidido por el Presidente del Gobierno.

El poder legislativo se establece en las Cortes Generales, que son el órgano supremo de representación del pueblo español.

El poder judicial está formado por el conjunto de Juzgados y Tribunales, integrado por Jueces y Magistrados.

Quizás es que creo en una forma de estado absolutamente utópica, pero no me parece adecuado que quienes ponen las leyes (los partidos políticos) y quienes nombran a los jueces de los órganos de gobierno de éstos (los partidos políticos) no puedan estar totalmente bajo la hégira de los jueces, como si los políticos fuesen ciudadanos especiales. Un sistema político en que las cosas fuesen así no podría considerarse democrático, y lo cierto es que, aparte de su pasmosa lentitud en España ya no es ni el único ni el principal motivo de desconfianza de los ciudadanos hacia la Justicia.

El demócrata o ciudadano tiene una visión clara de lo justo y lo injusto, pero en la situación actual, en que jueces y políticos se reparten en una mezcla casi orgiástica el poder real que la constitución separó en tres tartas en principio intercambiables ni tampoco unificables, no puede por menos que alejarse aún más de los asuntos públicos.

Y los verdaderos responsables de que ocurra esto no son los hipócritas de los políticos sino nosotros al solo importarnos lo superfluo: lo que vamos a hacer este fin de semana o a donde me voy a ir de viaje, o que papel higiénico le conviene más a mi culo. DESPERTAD DEMOCRATAS!!